¡Tres vainas insoportables!

Règles du forum
Soyez courtois ! / Recuerde ser cortés
Vous pouvez poster vos messages en espagnol / Puede publicar sus mensajes en español
Répondre
Avatar de l’utilisateur
Darloup
 
Administrateur/Administrador
Grand Maitre Gourou/Gran Maestro Gurú
Grand Maitre Gourou/Gran Maestro Gurú
Messages : 7080
Inscription : 20 sept. 2008, 01:39
Prénom : Henry
Sexe : Masculin
Emplacement : Barranquilla (Colombie)
Contact :

¡Tres vainas insoportables!

Message : # 7621Message Darloup »

Por Lola Salcedo C.

No se si a ti, amigo lector, te ha pasado y si te descoses, como yo, cuando tienes que llamar a un 018000, cancelar un servicio de internet y televisión o una tarjeta de crédito y aparecer inconsulto en un grupo en redes sociales. Personalmente he tenido las tres experiencias y es cosa de volverse loco. Comencemos con los grupos. Un día cualquiera estás trabajando o viendo una película en casa y de repente comienza a trinar el celular, pin, pin, pin y vuelve y juega. Te sobresaltas, busca el bendito aparato que acabó con la delicia y privacidad del teléfono fijo. Miras la pantalla y no conoces a nadie de los que te aparecen y para más Inri, escriben exabruptos en contra de algo, como por ejemplo, el exceso de inmigrantes de otras regiones. Te cabreas por el tema y la distracción: denigran de las colonias establecidas en la ciudad y las culpan de toda desgracia local. Aunque te enerve porque así comienzan las cadenas discriminantes y otros horrores inaceptables, no intervengas, porque perdiste. Pero como es por Messenger no puedes bloquear o salirte, sino que tienes que solicitar que, por favor, te excluyan. ¿A cuenta de qué alguien se permite agruparte, así no más y con temas que no compartes? Pasa igual en Twitter y Facebook, pero existe la opción de salir de mutuo propio.

Luego, te toca marcar un 018000 para consultar o pedir un servicio. ¡Ay! Tienes que aguantar las promociones empresariales y cuando, finalmente, tienes chance de continuar el proceso, las opciones son rarísimas en un lenguaje particular de cada entidad y preciso, no adivinas y vuelta al menú principal, sin remedio. Para más sabrosura, muy pocos dejan que marques los cinco dígitos que has de conocer para llegar a tu destino, si has sido precavido y en llamada anterior anotaste esos números. Luego viene la confirmación de datos, casi en cada opción un funcionario te pide nombre, dirección, teléfono, mail y cédula de ciudadanía para validarte; te comunica con tu destino y vuelta empezar. Si consigues que te atiendan, es posible que ya ni recuerdes para qué diablos llamaste.

Pero la tapa es intentar cancelar una tarjeta de crédito o un servicio de internet y televisión. Además del proceso anterior, toparás con un imbatible personaje que se niega a cumplir tu pedido y a cambio te hace todo tipo de ofertas y promesas que incluyen, por supuesto, seis meses en gratuidad, que le dejes la línea a un tercero y no te da, aunque le grites y los putees, el número prueba de cancelación. Cuelgas en desespero y ¡zas! Te entra un llamada inmediatamente de alguien que se identifica como Oficial de Contención o Gerente de Fidelización, quien te preguntará a saco, el por qué de tu decisión, insistiendo desvergonzadamente en conocer tu motivo y tratará con nuevas promesas de que te mantengas en la compañía. ¿Es este tratamiento correcto y decente? De ningún modo. Y si en tu desespero por terminar le corres la madre a ver si entiende, entonces te dicta un curso de buenas maneras: si existiese una opción de corrientazo al fidelizador, estarían a la orden los chamuscados.

Fuente: http://www.elheraldo.co/columnas-de-opi ... les-299985
¡El riesgo es que te quieras quedar! ¡Lo sé, porque me quedé!
Le risque est d'y vouloir rester ! Je le sais, parce que j'y suis resté !
Répondre