La intolerancia como detonante de la violencia social en Colombia.
Por Alianza Universidad Simón Bolívar con El Heraldo
Proyecto social muestra que dos de los motivos de los conflicto entre familias son las dificultades económicas y falta de reconocimiento de autoridad.
Si bien las autoridades esperan que medidas restrictivas como las que se imponen a través del nuevo Código de Policía contribuyan efectivamente al control de situaciones tan presentes en la vida diaria como las riñas, las cifras históricas de homicidios en Colombia dan cuenta de que estos hechos cobran la mayor cantidad de vidas.
Tan solo en los festejos por la llegada del año nuevo en Colombia, la Policía Nacional tuvo conocimiento de 8000 peleas, unas 600 más que en la celebración de la Navidad (24 de diciembre de 2016). Y aunque hubo una reducción de los asesinatos registrados en el marco de la festividad, la falta evidente de tolerancia sigue siendo el principal detonante de los casos de violencia.
De los 11.585 homicidios registrados por el Instituto de Medicina Legal durante 2015, el 49,96% está clasificado como producto de la violencia interpersonal. En vías públicas y viviendas se presentaron el 63,85% de los hechos. “El desagregado de esta categoría revela que las riñas y otras características como el ajuste de cuentas y las lesiones por embriaguez son resultado de la intolerancia y el cobro de cuentas de propia mano sin acudir a las autoridades correspondientes”, se detalla en un informe de la web Datos Abierto Colombia.
El sociólogo Raymundo Caviedes planteó que en este escenario que vive el país quedan expuestos dos tipos de intolerancia, una negativa y otra positiva -como las llama-. La primera se refiere a la intolerancia a los abusos, por ejemplo, al ruido excesivo, a las basuras arrojadas en la calle, etc., y que, contenida en las normas, ayudaría a corregir esas conductas a través de esas herramientas que ahora tiene a la mano la autoridad policial.
La intolerancia negativa es la que se dirige al modo de pensar, de actuar, de ser y a las mismas características físicas o cognitivas de las personas, creencias, tendencias e ideas. “Hay gente que todavía piensa que puede irrespetar a los demás porque son diferentes”, comentó. Dentro de este concepto incluyó la violencia contra las mujeres, de la que dijo obedece a la negación del reconocimiento de que son sujetos activos de los mismos derechos que los hombres.
Apenas el 5 de marzo pasado en una finca en el corregimiento Cuatro vientos, en el Cesar, se registró una tragedia familiar como resultado de un enfrentamiento familiar cuyo saldo fue de cuatro personas muertas y otra herida.
Los medios de comunicación reportaron que todo se dio en medio de un festejo; la discusión entre una mujer y su hijastro de 19 años fue el detonante. Un hombre empezó a disparar al percatarse del choque, y mató al joven. Ante esto el padre de la víctima le quitó el arma al agresor, que era su hermano, y acabó con su vida. Acto seguido, según la información reportada, el padre del joven siguió disparando hasta darle muerte a su esposa y a otra persona presente en la reunión, al tiempo que lesionó a niña de nueve años.
Este hombre fue capturado, imputado por los delitos de homicidio agravado y porte ilegal de armas, y enviado a la cárcel.
Para el buen trato
El programa de extensión ‘Salud, familia y entorno’, de la Universidad Simón Bolívar, ha intervenido durante 5 años (2012-2016) a unas 3.000 familias residentes en el Atlántico, con el proyecto social ‘El buen trato como estrategia de convivencia pacífica’ en las comunidades participantes del Hogar Santa Elena de Barranquilla, Hogar Santa María Josefa y los Centros de Desarrollo Infantil Camino de Sol y Educrearte, de Puerto Colombia.
En la caracterización de estas familias se conoció que los principales motivos de conflicto radican en dificultades económicas que no permiten la satisfacción de sus necesidades básicas, la falta de reconocimiento de quien ejerce la autoridad en la familia, la ausencia de comunicación entre sus miembros y el desconocimiento de sus derechos y obligaciones. Lo más preocupante, según los ejecutores del proyecto, es la manera como se han abordado estos conflictos, principalmente con el uso de la violencia (física y verbal) o con la evasión o indiferencia, muy pocas veces dialogando o buscando ayuda profesional.
El proyecto, articulado al grupo de investigación ‘Desarrollo humano, educación y procesos sociales’, con categoría B de Colciencias, ha contado con la participación de 6 docentes- investigadores y 120 estudiantes de Derecho, Trabajo Social, Psicología, Enfermería y Fisioterapia, pretendiendo desde la interdisciplinariedad, promover una cultura de buen trato como estrategia de convivencia pacífica.
‘Cultura de la venganza’. En un artículo publicado en Portafolio, el presidente de la Fundación para la Reconciliación, Leonel Narváez Gómez, se refirió recientemente a esa especie de 'cultura de la venganza' existente en el país que se hace necesario enfrentar y sanar para superar definitivamente etapas tan difíciles como el conflicto armado. Según planteó, "transformar estos odios acumulados y la urgencia de retaliación que ellos generan, es sin lugar a dudas, un factor crucial para la superación de la violencia en Colombia".
Y añadió que "el modo más elemental, rabia-miedo son la respuesta instintiva que los humanos manifestamos ante una amenaza, o ante una agresión. Cuando no se logra superar esa rabia, en breve, el recuerdo de la ofensa, se convierte en rencor y cuando no se logra curvar el rencor y transformar la memoria triste de la ofensa, muy pronto se cae en la urgencia de retaliación/venganza, momento en que comienza a escalarse peligrosamente la violencia. Se trata del fenómeno paralizador de las 3Rs: rabia, rencor y retaliación".
Para Narváez, una herramienta sanadora es el perdón, que en su concepto es a la vez, medicina y fuerza política. Sobre esto destacó que miles de víctimas han descubierto que esa la manera de reconstruir su dignidad, que aunque no les cambia el pasado sí lo hace con su futuro.
Fuente: https://www.elheraldo.co/barranquilla/l ... bia-336616