
Duván Ramírez dice que estar en silla de ruedas le ha traído dificultades, pero confía en que saldrá adelante. Su sueño es convertirse en músico profesional.
La reciente noticia de la muerte de Maycol Antonio Zárate, de 9 años, por una bala pérdida en Bogotá, conmocionó a Duván Ramírez Vásquez y lo hizo recordar cuando él tenía esa edad y quedó inválido de por vida tras ser impactado por un proyectil que alguien irresponsablemente disparó al aire.
El incidente ocurrió en la madrugada del 8 de diciembre de 2004, cuando recogía los faroles y las velitas que había prendido con su hermano en la terraza de su casa en el barrio San Roque, al centro de Barranquilla.
“Sentí un quemón en la espalda, quedé tirado en el piso y no podía mover las piernas. Los vecinos empezaron a gritar y me sentaron en un andén. Como no podía sostenerme me caí y me partí la cabeza”, recuerda Duván, quien ahora tiene 15 años.
Su mamá, Carmen Alicia, cuenta que ella estaba durmiendo y los gritos la despertaron. Rápidamente llevó a su hijo al Hospital Pediátrico, donde fue internado en la Unidad de Cuidados Intensivos.
La bala se le alojó entre la tercera y cuarta vértebra, por lo que fue necesario practicarle una delicada cirugía. Después de una junta médica el diagnóstico fue desalentador: el niño no volvería a caminar jamás, a menos de que le practicaran un trasplante de médula ósea, un procedimiento muy costoso que en ese entonces solo se realizaba en Estados Unidos.
Con lo poco que gana la madre soltera, por el hogar comunitario que atiende, es imposible contemplar esa posibilidad. Dice que a duras penas le alcanza para mantener a Duván y a Einer, su otro hijo de 10 años. Su situación económica es tan crítica que tuvo que suspender las terapias físicas del niño porque muchas veces no tenía ni para el transporte.
Además, la dueña del apartamento donde viven en arriendo, en la calle 36 No. 33-14, está a punto de pedirles que lo desocupen porque deben cuatro meses de arriendo, que suman un millón de pesos.
Carmen Alicia se queja de que el Estado no ha hecho nada por su hijo para garantizarle una vida digna. Se ha cansado de pedir ayuda en la Gobernación y en la Alcaldía, que lo único que le ha dado a Duván es una silla de ruedas.
Carrera de obstáculos. La limitación física no le ha coartado las ganas de salir adelante, pero sí le ha ocasionado muchas dificultades para estudiar. Este año no pudo cursar noveno grado porque el salón que le correspondía está en un segundo piso y no hay rampas para poder subir por sus propios medios. Tampoco contaba con alguien disponible todos los días para que lo cargara hasta el aula.
Como no quería quedarse sin hacer nada le pidió a su mamá que lo matriculara en un instituto técnico para estudiar análisis y programación de computadores, pero solo pudo asistir dos semanas porque un amigo que lo llevaba a pie, empujándolo en su silla de ruedas desde San Roque hasta la Murillo con 14, se cansó de hacerlo.
Entonces decidió emplear su tiempo pintando y tocando piano y guitarra, su gran pasión. A mitad de año formó un grupo musical de pop, llamado Seven Days, integrado por tres vecinos con quienes ya se ha presentado en dos eventos masivos, uno en el Museo del Caribe y otro en el Parque Almendra.
Sueña con convertirse en un músico profesional y exitoso, para poder ofrecerles una mejor vida a su mamá y a su hermano. Confiesa que no le guarda rencor a la persona que lo dejó inválido, pero sí le preocupa que ande por ahí libre y haciendo tiros al aire que puedan acabar con las ilusiones de otros niños o, peor aún, causarles la muerte.
$500 mil por denunciar
Para erradicar la peligrosa costumbre de hacer disparos al aire en las festividades de Navidad y Año Nuevo, la Policía Metropolitana está ofreciendo una recompensa de hasta $500 mil para quienes denuncien a los irresponsables que lo hagan. Para eso está disponible las 24 horas la línea de emergencias 123.
El Comandante de la institución, general Óscar Pérez, dijo que ya están organizados los operativos de seguridad para ubicar a los “delincuentes” que hagan uso indebido de las armas de fuego, lo cual pone en riesgo la vida de personas inocentes.
Cárcel para quien dispare al aire
Este año fue sancionada la Ley 1453 de 2011, conocida como Ley de Seguridad Ciudadana, con la cual se estableció, entre otras cosas, que “toda persona que obtenga el permiso para el porte de armas, deberá contratar una póliza de responsabilidad civil, para amparar los daños y perjuicios a terceras personas derivada del uso de la misma”. Además, en su artículo 18 incorporó la sanción de prisión de uno a cinco años, la cancelación del permiso de porte y tenencia del arma, y la imposibilidad por 20 años de obtener dicha autorización, a quien teniendo permiso para el porte o la tenencia de armas de fuego la dispare sin que obre la necesidad de defender un derecho propio o ajeno contra injusta agresión actual, inminente e inevitable.
Fuente: http://www.elheraldo.co/local/no-mas-su ... idas-51499