El muro de la educación y la creatividad

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Darloup
 
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El muro de la educación y la creatividad

Message : # 4378Message Darloup »

Por Diego Marín C.

Por estas épocas, el espantoso fantasma del Icfes recorre las aulas. ¿Pero qué mide eso? ¿Para qué sirve? Para nada que no sea la capacitación de obreros en el mercado capitalista. Porque lo más importante de la vida es justamente lo que no se puede medir, lo que no exhibe una aparente utilidad. Así todos y cada uno de los valores humanos, entre los cuales se cuenta nuestra capacidad para ser creativos, cosa que al Icfes parece tenerle por completo sin cuidado. El proceso creador es uno de los grandes temas de la neurobiología contemporánea, como demuestran los trabajos del célebre neurólogo portugués Antonio Damasio.

Es muy poco lo que ha cambiado nuestro sistema educativo. Más acá de las declaraciones pomposas y las teorías pedagógicas en boga, sigue siendo un muro que es preciso derrumbar en el camino hacia la creatividad, como en la célebre canción The Wall, de Pink Floyd. Memorística, anacrónica, numérica, la idea que aún tenemos de la educación privilegia el hemisferio izquierdo del cerebro, donde residen el cálculo y el razonamiento abstracto, e ignora, cuando no desprecia, los aportes de la intuición, la percepción sensible, las formas, los volúmenes y demás atributos del hemisferio derecho. Mucho menos propicia los puentes, sinapsis, que deberían tener lugar entre ambos bajo el concepto de una educación integral.

Si eres bueno en literatura, eres malo en matemáticas, qué vaina. La educación que recibimos desde el colegio hasta la universidad nos escinde, nos divide, separa los aspectos esenciales de nuestra humana condición. Nos ‘vende’, por ejemplo, la gran mentira de que la ciencia se basa en la razón y el arte en la intuición, como si desde Newton hasta Stephen Hawking los científicos no hubieran operado a través de grandes percepciones o “chispazos” acerca del Universo. Como si en la ciencia la subjetividad no fuera tan participativa como lo es en el quehacer artístico.

En las facultades de Comunicación Social todavía intentan persuadir a los alumnos de que la objetividad existe en alguna parte, cuando un gigante de la ciencia como Werner Heisenberg demostró, hace cien años, que en el experimento científico el observador altera el fenómeno observado. Curiosa paradoja, por cierto. La Física reconoce humildemente sus límites subjetivos, pero las ciencias sociales, para no hablar de la psicología, todavía se suman a la ilusa pretensión de ser objetivas. Y esas falacias, propias del positivismo del siglo XIX, se las predican a los alumnos como si fueran el último grito de la epistemología. No hemos avanzado nada en la modificación de esa mentalidad decimonónica, que los educandos miran con justificado desprecio detrás de sus ojos de cibernautas post contemporáneos.

Y considero muchísimo a esos jóvenes talentos que, hastiados de la uniformidad mental de Internet, no encuentran tampoco en nuestros colegios y universidades los estímulos que están pidiendo a gritos para desarrollar su sagrado derecho humano a la creatividad. Es sabido que Samsung ya desarrolló un chip que, insertado en el cerebro, permitirá controlar los pensamientos de todos. Llegará un momento en que nos obligarán a portarlo, no lo dudes, lector. Mientras tanto, cuando el espantoso fantasma del Icfes se asoma en el horizonte, hay que darle con toda el alma, con un martillo, con una ‘mona’, al muro de nuestro sistema educativo, que ya está se cayendo a pedazos. The wall.

Fuente: http://www.elheraldo.co/opinion/columni ... dad-118858
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