Contrabando de nuevo amenaza la economía nacional
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Contrabando de nuevo amenaza la economía nacional
No con escasas razones el presidente Juan Manuel Santos acaba de anunciar una “guerra frontal” contra el contrabando, una problemática que está afectando tanto la economía nacional que en el 2012 provocó un impacto al 2 % al Producto Interno Bruto, PIB, del país y en el presente año, según fuentes oficiales de la Policía y la Dian, las pérdidas representan cerca del 10 % de las importaciones legales que se realizan en el país, estimándose que, de seguir así las cosas, movilizará más de US$7000 millones en el 2013.
Por su parte, una investigación de Fedesarrollo reflejó que si las mercancías de contrabando se importaran legalmente, podrían pagar US$1500 millones anuales en impuestos (un poco más del 0,5 % del PIB), lo cual generaría cientos de miles de empleos directos, ampliando las coberturas en salud y educación. Lo más preocupante, según admitió el mismo director de la Dian, Juan Ricardo Ortega, es que los dineros de esa actividad criminal están, hoy más que nunca, ligados al narcotráfico y el lavado de activos.
Todo esto redunda en un peligroso círculo vicioso para nuestro país: existencia de productos extranjeros contrabandeados de relativa buena calidad y más baratos en el mercado que, debido a la crisis económica y alto desempleo, son preferiblemente comprados por los consumidores colombianos, reduciéndose las ventas de las empresas nacionales, provocando la quiebra de muchas de ellas y el consecuente despido de centenares de compatriotas quienes disminuyen sus gastos familiares comprando los productos baratos del mercado.
Lo cierto es que este flagelo desde hace algún tiempo viene afectando especialmente a los sectores de las confecciones, licores, cigarrillos, arroz, calzado, repuestos automotrices y gasolina, considerándose la frontera con Venezuela como una de las principales vías de acceso. Esta problemática llegó al colmo a principios de año cuando el mercado se vio invadido con ‘sombreros vueltiaos’, nuestro símbolo nacional, fabricados en China.
En el sector confecciones, el ingreso ilegal de ropa alcanza los US$3000 millones anuales (casi un punto del PIB), que en su mayoría proviene de China, Taiwán, Indonesia y de otros países asiáticos, casi toda vía Panamá. En este sector, hace 10 años el 80 % de las prendas comercializadas eran nacionales. Hoy la cifra ha caído al 60 %, en especial por los bajos precios de los productos chinos que dominan el 40 % del mercado nacional, según cifras de la Cámara Colombiana de la Confección. En el caso del calzado, la invasión de zapatos chinos ha crecido en los primeros meses del año, pese a la medida de protección tomada por el Gobierno con la emisión del Decreto 074 del 2013 con el que se le agregó, al arancel del 20 % que tenían, un recargo de US$2 por cada par de zapatos importado. Mientras que en el primer trimestre del 2012 se importaron 12,3 millones de pares de calzado, en el mismo periodo de 2013 el volumen llegó a 19,8 millones, proviniendo el 70 % de China.
Así mismo, en el sector automotriz el ingreso ilegal de llantas, partes de suspensión, amortiguadores, entre otros repuestos, muchos de ellos falsificados, también ha aumentado. En licores, la Dian y la Asociación de Industrias Licoreras, Acil, estiman que los entes territoriales dejan de percibir un billón de pesos en impuestos al año. Del sector agrícola, el arroz es el que más pérdidas registra por el contrabando, con US$540 millones anualmente, amenazando sus gremios con hacer un paro nacional en contra de este flagelo.
Ante todas estas preocupantes cifras solo existe la esperanza de que el Gobierno, además de acelerar la ley anticontrabando que actualmente cursa en el Congreso de la República, mejore ostensiblemente los resultados con la “reingeniería” anunciada por el Jefe de Estado mediante el aumento del pie de fuerza, la designación de un nuevo zar anti-contrabando y una mayor coordinación administrativa y operativa entre la Policía, la Dian, la Fiscalía, el poder Judicial y la Unidad de Información y Análisis Financiero Uiaf.
Fuente: http://www.elheraldo.co/opinion/editori ... nal-116781
Por su parte, una investigación de Fedesarrollo reflejó que si las mercancías de contrabando se importaran legalmente, podrían pagar US$1500 millones anuales en impuestos (un poco más del 0,5 % del PIB), lo cual generaría cientos de miles de empleos directos, ampliando las coberturas en salud y educación. Lo más preocupante, según admitió el mismo director de la Dian, Juan Ricardo Ortega, es que los dineros de esa actividad criminal están, hoy más que nunca, ligados al narcotráfico y el lavado de activos.
Todo esto redunda en un peligroso círculo vicioso para nuestro país: existencia de productos extranjeros contrabandeados de relativa buena calidad y más baratos en el mercado que, debido a la crisis económica y alto desempleo, son preferiblemente comprados por los consumidores colombianos, reduciéndose las ventas de las empresas nacionales, provocando la quiebra de muchas de ellas y el consecuente despido de centenares de compatriotas quienes disminuyen sus gastos familiares comprando los productos baratos del mercado.
Lo cierto es que este flagelo desde hace algún tiempo viene afectando especialmente a los sectores de las confecciones, licores, cigarrillos, arroz, calzado, repuestos automotrices y gasolina, considerándose la frontera con Venezuela como una de las principales vías de acceso. Esta problemática llegó al colmo a principios de año cuando el mercado se vio invadido con ‘sombreros vueltiaos’, nuestro símbolo nacional, fabricados en China.
En el sector confecciones, el ingreso ilegal de ropa alcanza los US$3000 millones anuales (casi un punto del PIB), que en su mayoría proviene de China, Taiwán, Indonesia y de otros países asiáticos, casi toda vía Panamá. En este sector, hace 10 años el 80 % de las prendas comercializadas eran nacionales. Hoy la cifra ha caído al 60 %, en especial por los bajos precios de los productos chinos que dominan el 40 % del mercado nacional, según cifras de la Cámara Colombiana de la Confección. En el caso del calzado, la invasión de zapatos chinos ha crecido en los primeros meses del año, pese a la medida de protección tomada por el Gobierno con la emisión del Decreto 074 del 2013 con el que se le agregó, al arancel del 20 % que tenían, un recargo de US$2 por cada par de zapatos importado. Mientras que en el primer trimestre del 2012 se importaron 12,3 millones de pares de calzado, en el mismo periodo de 2013 el volumen llegó a 19,8 millones, proviniendo el 70 % de China.
Así mismo, en el sector automotriz el ingreso ilegal de llantas, partes de suspensión, amortiguadores, entre otros repuestos, muchos de ellos falsificados, también ha aumentado. En licores, la Dian y la Asociación de Industrias Licoreras, Acil, estiman que los entes territoriales dejan de percibir un billón de pesos en impuestos al año. Del sector agrícola, el arroz es el que más pérdidas registra por el contrabando, con US$540 millones anualmente, amenazando sus gremios con hacer un paro nacional en contra de este flagelo.
Ante todas estas preocupantes cifras solo existe la esperanza de que el Gobierno, además de acelerar la ley anticontrabando que actualmente cursa en el Congreso de la República, mejore ostensiblemente los resultados con la “reingeniería” anunciada por el Jefe de Estado mediante el aumento del pie de fuerza, la designación de un nuevo zar anti-contrabando y una mayor coordinación administrativa y operativa entre la Policía, la Dian, la Fiscalía, el poder Judicial y la Unidad de Información y Análisis Financiero Uiaf.
Fuente: http://www.elheraldo.co/opinion/editori ... nal-116781
¡El riesgo es que te quieras quedar! ¡Lo sé, porque me quedé!
Le risque est d'y vouloir rester ! Je le sais, parce que j'y suis resté !
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