¡Las colombianas no somos invisibles!

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Darloup
 
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¡Las colombianas no somos invisibles!

Message : # 3783Message Darloup »

Por Mábel Morales Polo

Hace unos 8 años me lo había advertido la colombo francesa Florence Thomas, experta en sicología social: “en este país, la paz no se logra, porque no nos tienen en cuenta a las mujeres.

Nosotras somos hacedoras y constructoras de paz”. Ahora en el 2012, la historia se repite, cuando se hace público que desde comienzos de año, se gestionaba otro acercamiento con las Farc.

Hemos sido ignoradas en las comisiones de este nuevo capítulo, a pesar de que en Colombia hay dirigentes, madres, parlamentarias, esposas, investigadoras, hijas, analistas, viudas, novias, guerrilleras, paramilitares, policías, hermanas, que pueden aportar al anhelado logro del fin de la guerra.

Lo que hemos visto hasta el momento, de la agenda que empieza a desarrollarse en Colombia y La Habana y que tendrá como nuevo escenario la capital de Noruega, el próximo 8 de octubre (justo un día después de las elecciones en Venezuela) es a los señores de uno y otro lado, con o sin uniforme, entregando las preliminares.

¿Mujeres? ¡Ni media, ni la sombra! Parece que el Presidente Juan Manuel Santos y sus más cercanos asesores, desconocieran que cuando nosotras avanzamos, el país avanza, y que ninguna democracia sin mujeres progresa.

Además de las razones de esencia y de sensibilidad –inherentes a la condición femenina– existen fundamentos internacionales que son de obligatoria aplicación e implementación, como la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

La disposición fue aprobada por unanimidad el 31 de octubre de 2000, reclamando la adopción de una perspectiva de género que incluya las necesidades especiales de las mujeres y las niñas durante la repatriación y reasentamiento, la rehabilitación, la reintegración y la reconstrucción post-conflicto.

Es el primer documento formal y legal del Consejo de Seguridad, que le pide a los actores del conflicto que respeten los derechos de las mujeres y apoyen su participación en las negociaciones de paz y en la reconstrucción.

Surgió del entonces ministro de Asuntos de la Mujer, en Namibia, Netumbo Nandi-Ndaitwah, cuando ese país presidía el Consejo de Seguridad. Y el presidente Santos y su equipo de paz nos convirtieron en invisibles a los 23 millones de colombianas que de una u otra forma somos víctimas, pero también camino para la reconciliación, el perdón y la tranquilidad.

En un país en el que el 51 por ciento de la población total somos mujeres y donde el 30.9 jefes de hogar no son del sexo masculino sino del femenino, ¡qué falla tan grande! Los artífices de este nuevo intento (ojalá sea exitoso) deben entender de una vez por todas que las mujeres no somos entes pasivos, sino activos; que no somos objetos, sino sujetos, y que tenemos corazón, pero también razón.

Claro, que esa decisión u omisión presidencial no debe extrañarnos, porque a pesar de la Ley de Cuotas, que se aprobó en el 2000, a las mujeres colombianas nos siguen desconociendo nuestros derechos, en un país donde debemos liberarnos del lastre que la historia y los gobernantes nos quieren imponer.

Fuente: http://www.elheraldo.co/opinion/columni ... bles-81232
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