
Catherine Ibargüen tomará un breve descanso y se alistará para los próximos Juegos Deportivos Nacionales.
Por Carlos A. Gracia B.
A la distancia cautiva. Esa sonrisa perfecta e inconfundible y sus sonoras carcajadas son el sello inconfundible de Catherine Ibargüen, esa espigada y agraciada mujer de ébano, que hizo vibrar al país con su sufrida medalla de plata en salto triple en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Es de una personalidad arrolladora. De tímida poco. Habladora, entradora, siempre gusta de estar alegre, contenta y contagiar con esa energía que la caracteriza. A ella estar seria, aburrida o triste no le llama la atención para nada.
Esta bella morena, que le ganó a la adversidad y a los problemas en su natal Urabá —a donde llegaba anoche a celebrar con los suyos— y estudiante de enfermería en Puerto Rico (octavo semestre y lista para culminar), donde además se prepara para el Circuito Mundial de Atletismo, estaba segura de que quería triunfar, de que quería ganar una medalla olímpica y para ello se preparó a conciencia, luchó e incluso se repuso a la adversidad con tal de estar en el podio de los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Es tan fresca, que no teme pedirle al presidente de la República, Juan Manuel Santos, más apoyo a su tierra y a los deportistas. Y así lo hará el 15 o 16 de agosto, cuando tiene previsto reunirse con el primer mandatario de los colombianos.
Siempre está sonriente, y con la medalla mucho más. ¿Por qué?
La alegría y el carisma forman parte de mí. Un deportista de alto rendimiento debe ser un conjunto, tanto físico como mental, y esa es la carta de presentación mía. Cada quien tiene diferentes formas de llevar su prueba y su manera de ser. La mía es con una sonrisa, estar relajada y feliz y disfrutar de mi prueba. Eso hace parte de mí y me ayuda mucho a dar más confianza para obtener buenos resultados.
Ya tiene plata, pero usted quiere el oro. ¿La veremos en los próximos Olímpicos?
Eso espero. El objetivo es seguir trabajando para estar en Río de Janeiro, contar con un gran apoyo para de esta manera cumplir con mi gran sueño que es ganarme una medalla de oro olímpica; gracias a Dios en mi primera competencia en salto triple gané una medalla de plata, pero era consciente de que todas las rivales estaban en un gran nivel durante la final. Yo quería el oro, pero bueno… pero para los próximos juegos espero poder bañarme de oro y brillar con luz propia porque estaremos en Sudamérica.
¿Cuál fue el secreto para conseguir la medalla?
Tuve una gran preparación con mi entrenador, lo bien que estuve preparada psicológica y físicamente, y el desempeño que tuve, que fue el mejor, y siempre tuve como inspiración ser un instrumento de Dios, y sabía que lo que Él tenía para mí iba a ser lo mejor.
¿Qué le decía el entrenador?
Que me acercara más a la tabla para no regalar centímetros, que me concentrara bien, que tenía cómo ganar o ser segunda, que no me dejara quitar esa medalla. Él sabe cómo decirme las cosas, cómo darme más ánimo y ponerme con más ansias de hacer las cosas bien. Me reprende constructivamente y trabajamos bien, formamos un gran equipo.
¿Qué siente tener esa medalla?
Una alegría inmensa por mí, por mi familia, por mi país, por todos. Trabajé a fondo, con todo, para conseguir el objetivo. Siempre lo hago cuando estoy fuera del país, porque me gusta mostrar lo linda que es mi tierra. Y a través del deporte lo conseguimos. Estoy feliz porque le di esa alegría a mi país y sé que lo disfrutaron, porque sentí esa energía positiva que me enviaban.
¿Le quedó la espinita de que el oro fue para una marca inferior a la que usted ha hecho antes?
Sí, claro. Pero eso me da más ímpetu para prepararme mejor para lo que viene, para los Mundiales y para dentro de cuatro años en Río buscar ganar ese anhelado oro olímpico.
¿La venda que tenía en la pierna a qué se debía?
Tengo una contractura muscular en mi pierna izquierda desde hace seis meses, al incrementarse mi preparación física con miras a Londres 2012 sufrí una molestia tres días antes de la clasificatoria, allí tuve un poco de ansiedad y un poco de duda. Pero al llegar el día de la final trabajamos con un conjunto de médicos, hicieron un gran trabajo y me ayudaron a que la pierna estuviera un poco mejor, eso me dio un poco más de confianza y dejé el dolor a un lado, lo pasé a segundo plano para dedicarme a ganar una medalla. Superé el dolor y me concentré en la medalla. Y el dolor se me fue más cuando Saladuha me pasó y quedé tercera. Yo sabía que estaba bien y que tenía cómo ser segunda y hasta primera. Olvidé el dolor, salté y lo conseguí.
¿Qué va hacer en los próximos meses?
Ahora voy a tener un periodo de descanso para la recuperación de mis piernas, después voy a estar en los Juegos Nacionales, los cuales me llenan de mucha alegría, y continuar con mi preparación del ciclo olímpico para poder estar en Río de Janeiro.
¿Alguna petición especial para el Gobierno y los entes deportivos?
Por favor, miren al Urabá, allí hay gente que puede superar lo que yo he hecho hasta hoy, porque sobra esta calidad humana y las ganas de salir adelante por parte de mis paisanos, todos tienen esas ganas de jugar, todo el mundo hace los mandados corriendo, todos van saltando, hay mucho talento en esa parte de Antioquia.
Fuente: http://www.elheraldo.co/2012/juegos-oli ... guen-77862