Marihuana, ¿recreativa?

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Marihuana, ¿recreativa?

Message : # 4033Message Darloup »

La reciente aprobación en Washington y Colorado, en los Estados Unidos, del uso y la tenencia “recreativa” de marihuana para quienes tengan más de 21 años, la mayoría de edad allá, ha vuelto a revivir la controversia acerca de cuál es la mejor estrategia mundial para combatir el terrible flagelo de las drogas.

El presidente Juan Manuel Santos, durante la IV Conferencia Latinoamericana sobre Políticas de Drogas llevada a cabo hace pocos días en Bogotá, reconoció que el modelo de lucha frontal contra las drogas prácticamente ha fracasado, haciéndose necesario combatir este problema social con novedosas políticas y estrategias unificadas a nivel internacional, y no que cada país lo resuelva por separado. En dicha conferencia se hizo difusión de una impactante carta, firmada por el primer mandatario y una treintena de presidentes, exmandatarios y altas personalidades (entre ellas Noam Chomsky, Yoko Ono, Vicente Fox, Sting y Mario Vargas Llosa), en la que alertaron de las “consecuencias devastadoras a nivel mundial” de la actual guerra antidrogas y reclamaron una rápida revisión de las políticas contra este problema.

En consecuencia, lo que se está planteando ahora es la urgencia en tomar una decisión unificada respecto de escoger por una de las dos formas extremas en que se está combatiendo este flagelo de las drogas en el que nuestro país, según lo expresó acertadamente el mandatario Santos, es el que más ha sufrido en el mundo, pues el microtráfico está destruyendo a nuestra niñez y juventud. Se debe escoger si los esfuerzos se siguen dirigiendo como hasta el momento hacia la estrategia de perseguir y penalizar tanto al consumidor como al traficante, que en el caso de los países asiáticos conlleva hasta la pena de muerte, o por definitivamente asumir la política de legalización del consumo, iniciativas que se han comenzado a tomar en algunos países, como el caso de la marihuana en Uruguay y algunos estados de los EU.

En Uruguay, el estado está implementando la decisión oficial de encargarse de las redes de distribución, venta y control del precio de la marihuana y sus impuestos, con fines de ‘blanquear’ al mercado de estupefacientes. En Colombia están divididas las opiniones acerca de los Centros de Consumo Controlado, propuestos por Gustavo Petro. Ahora son este par de estados del país del Norte llamando la atención la consideración en el uso ‘recreativo’ de cannabis para diferenciarlo del uso terapéutico de la droga, el cual estaba permitido desde hace años en por lo menos una docena de estados de esa progresista nación.

Además de que están haciendo falta aquellas impactantes propagandas preventivas que antes aparecían en la televisión nacional, en toda esta discusión vale la pena preguntarse ¿puede considerarse la marihuana o cualquier otra droga, inclusive el alcohol, en la categoría de ‘actividades recreativas’ del ser humano? Ojalá los expertos se pronuncien sobre si –en este mundo con mentalidad cortoplacista– estos consumos puedan estimarse como ‘recreativos’ en el real significado que esta palabra tiene de divertir y entretener sanamente a quienes los ingieren, desconociéndose de buenas a primera los evidentes efectos destructivos y letales que a largo plazo hemos visto que producen a nivel personal, familiar y social los estupefacientes y las otras sustancias mencionadas.

Es por eso conveniente que tanto Colombia como los demás países del planeta pongan la lupa sobre cómo evolucionan estas medidas tomadas por Uruguay y el par de estados norteamericanos antes de asumir una definitiva y unificada decisión de escoger la mejor y más efectiva política universal para combatir las drogas, ya sea continuando con ese combate a sangre y fuego de este mal social con los escasos resultados hasta el momento obtenidos o legalizando definitivamente su consumo con la estricta regulación del estado, como lo están formalmente experimentando las mencionadas naciones del continente americano.

Fuente: http://www.elheraldo.co/opinion/editori ... tiva-92517
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Message : # 4046Message Darloup »

Por Francisco Cuello Duarte

De los Estados Unidos recibimos lo bueno y lo malo. La tecnología, los dólares, el Plan Colombia y otras ayudas; pero también sus vicios, los héroes de plásticos, Halloween y la actitud mental de una sociedad de consumo.

La primera semilla de marihuana la trajeron los Cuerpos de Paz para sembrarla en la Sierra Nevada de Santa Marta. Aquí comenzó la deforestación y el inicio del mayor crimen ecológico sobre uno de los grandes pulmones de Colombia y especial ecosistema del mundo, pues allí nacen cerca de 35 cuencas hidrográficas en unas 400.000 hectáreas.

No obstante, este lugar sagrado de los kogui, arhuacos, wiwas y kankuamos se convirtió durante casi dos décadas en el mayor productor de marihuana del país, tipo exportación, siendo la más apetecida en los Estados Unidos, hasta cuando los gringos pudieron cultivarla en invernaderos, dejándonos el vicio, la violencia, los muertos y la corrupción de un negocio que no se va a acabar mientras haya consumidores, y que mueve anualmente unos 300.000 millones de dólares.

El cultivo se regó por todo el país, especialmente en los Llanos Orientales, Valle del Cauca y el Cauca, este último, actualmente epicentro del narcotráfico en Colombia, y en donde concurren todos los actores del conflicto armado y desarmado, que se nutren del negocio como cualquier cultivo de maíz o café.

Ahora, con la legalización de la marihuana en los estados de Colorado y Washington, debemos romper el tabú, pues no podemos seguir poniendo los muertos, y persiguiendo pequeños campesinos que no tienen acceso al crédito bancario, mientras allá se fuman tranquilamente su ‘varillo’ como dijo el presidente Santos, dejándonos bajo el imperio de normas de control y de sanción penal como si se estuviéramos en la época colonial.

Ya en Uruguay, el presidente Mujica propuso crear un mercado regulado para la marihuana, cobrando impuestos al consumo, lo que debilitaría el tráfico ilegal de otros productos más peligrosos como la cocaína. Será entonces el primer Estado productor, fijando a la vez una dosis personal hasta de 30 gramos al mes, cantidad que un gringo se fuma en un solo tabaco en las calles de Los Ángeles, y ahora en Washington o Colorado.

Vale aclarar que la marihuana es una sustancia psicoactiva, que contiene elementos químicos como el tetrahidrocannabinol o THC, capaz de embalar al más avispado de los seres humanos, con serios efectos secundarios que afectan el cerebro, los pulmones y los ojos.

Pero también de este cultivo se puede extraer jabones y aceites con propiedades analgésicas que pueden ayudar en enfermedades como la artritis, el cáncer y estrés. Comparándola con el tabaco, sus efectos son iguales de nocivos, pues una de las principales causas de muerte es el cáncer de pulmón y las enfermedades cardíacas, ya que contiene nicotina y 50 agentes cancerígenos.

Así las cosas, el debate apenas comienza, y no podemos seguir con la actitud sumisa del esclavo que obedece ciegamente a su jefe blanco por temor a un garrotazo, desestimando el impacto económico de un cultivo que hace parte del PIB, del sustento del campesino pobre en varias regiones del país, del incremento de algunos sectores productivos y de las grandes ganancias del sector financiero.

La política criminal de las drogas en el país debe cambiar, frente a la realidad mundial y el fracaso de los mecanismos represivos impuestos por el primer consumidor del mundo.

Fuente: http://www.elheraldo.co/opinion/columni ... gles-93288
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