
Los hermanos Luis y Cristian De la Hoz laborando en su taller, llamado Santa Marta.
Por Carlos Polo
Ay, por el camino del sitio mío un carretero alegre pasó.
A caballo vamos pa´l monte...(Guillermo Portabales)
El rítmico martilleo sobre un yunque es la melodía que nos dio la bienvenida en el taller ‘Santa Marta’ ubicado en calle 17 con carrera 35, en la misma acera del sector conocido como tres postes, una zona neurálgica, de mucho agite y movimiento, donde el que espabila pierde, como dice la gente de manera desprevenida y jocosa. Allí hace más de tres décadas, los hermanos Cristian y Luis de la Hoz, han forjado a fuego lento y con mucho esfuerzo lo que hasta hoy ha sido ese camino de herradura, duro y escarpado que les ha tocado transitar en esta vida.
En un ambiente que pareciera haberse congelado en el tiempo y que despide un olor a monte, a estiércol de caballo y sudor de bestia, los de la Hoz realizan uno de los oficios más antiguos del mundo. En una zona asfaltada y en medio del tronar de los automóviles, todos los días de 8 de la mañana a 6 de la tarde atienden a su particular clientela.
Carromuleros de oficio que llegan de todos los rincones de los barrios aledaños le confían a los hermanos el mantenimiento y el cambio de herraduras de sus animales de carga.
Luis calienta el hierro en una forja artesanal y de carbón, mientras su hermano Cristian clava en las pezuñas del caballo de turno la nueva herradura que le permite al equino andar sin contratiempos entre las calles de esta ciudad que crece sin control y poco a poco tanto a él como a los hermanos de la Hoz los viene relegando y empujando hacia una zona donde poco a poco sus oficios, la carga para la bestia y el martillar entre yunques de los hermanos viene dejando de ser relevante.
“Mi papá hacía carroemulas y desde niños conocimos esto. Con eso nos crió a 8 hermanos” afirmó Luis de la Hoz.
“Cuando la cosa se puso dura yo aprendí a hacer herraduras y los aperos que son los implementos para las sillas de los carroemula. Tenía como 17 años y desde ahí comencé, tengo un hijo que vive de lo mismo y otro hermano que tienen un taller en La Paz. Yo conozco unos 8 talleres dedicados a esto acá en el sur de la ciudad”, agregó Cristian de la hoz, dejando entender que el trato con los equinos, los hierros incandescentes, el carbón, los clavos, los cinceles, y el martillar en los yunques en su familia ya se ha convertido en una tradición que va en la sangre.
Los de la Hoz cobran 3 mil pesos por el cambio de una herradura y aseguran que generalmente atienden entre 10 y 8 animales por día, lo que les puede significar un producido que oscila entre 50 o 60 mil pesos que comparten entre los dos.
“Hay momentos en que la cosa esta mala y nos vamos en blanco, o se hacen 20 o 30 mil pesos, eso depende si el día es movido o tranquilo”. aseguró Luis para luego agregar que “ahora con esa ley que va a sacar a los carroemula de la calle estamos preocupados porque uno vive de esto, de trabajarle a los carromuleros, pero bueno tocará ir pensando qué nos vamos a inventar porque uno no se va a dejar morir de hambre”, aseveró Luis.
El Decreto Nacional 178 de enero de 2012, prohibió la circulación de carros de mula en todo el país. En Barranquilla entra en vigencia el 31 de enero próximo.
“Nosotros nos enfocamos en los propietarios de carros de mula del distrito y realizamos un censo el mes pasado en el cual se registraron 950 vehículos de tracción animal. Se les informó sobre la norma y estamos en el proceso junto a la Universidad del Norte para ver cómo encaminamos a esta población a un cambio de oficio y entregarles mejores alternativas de vida”, explicó Walid David, secretario de Movilidad.
Aclara que en estas personas que sobreviven con el cambio de herraduras no entran dentro de las competencias de la Secretaría de Movilidad. “La norma se tiene que cumplir y muy seguramente en este oficio de herreros ellos deben conocer sobre la realización de rejas, muebles, campanas, en fin, ya ellos conocen un oficio y la salida de las calles de los carros de mula no creo que los afecte tanto”, aseguró.
Fuente: http://www.elheraldo.co/local/los-herma ... bolo-86677