Por José Granados Fernández
Un duro revés, que no ocurría desde el 3 de noviembre de 1903 cuando la separación de Panamá, sufrió Colombia ayer al fijar la Corte Internacional de Justicia, CIJ, la nueva frontera marítima con Nicaragua.

En una decisión que es inapelable, el máximo tribunal judicial de las Naciones Unidas confirmó que los cayos de Albuquerque, Sudeste, Roncador, Serrana, Quitasueño, Serranilla y Bajonuevo son de Colombia —en 2007 había tomado una decisión similar sobre San Andrés, Providencia y Santa Catalina— pero al fijar los límites fronterizos en el mar quien ganó, con creces, fue Nicaragua.
Además de lo que ya tenía hasta el Meridiano 82, la CIJ le entregó a los ‘nica’ 531 kilómetros más de mar, que fueron cercenados a Colombia. La decisión dejó a los cayos de Quitasueño y Serrana enclavados en la nueva frontera marítima del país centroamericano.
GOLPE INESPERADO. “El fallo es muy grave y terriblemente desastroso para el futuro social y económico de nuestra Isla y del país en general”, dijo a EL HERALDO el Representante a la Cámara sanandresano, Jack Housni Jaller.
El dirigente liberal lanzó una fuerte crítica contra el excanciller Julio Londoño Paredes, jefe de la delegación negociadora nacional, a quien responsabilizó de “esta debacle” diplomática.
“Durante 11 años, Londoño manejó el proceso por la demanda de Nicaragua como si fuera solo de él. Todo lo hizo a su antojo”, enfatizó.
Housni dijo que lo sucedido obliga al Gobierno Nacional a buscar “fórmulas urgentes” para resarcir las pérdidas que la población sufrirá por la drástica reducción que habrá en materia pesquera.
“Quién sabe qué otros recursos naturales vamos a terminar perdiendo”, indicó el congresista en referencia a la posibilidad de que en el mar que ahora posee Nicaragua haya petróleo.
ALERTAN SOBRE SEGURIDAD. Sobre el hecho cumplido de la pérdida territorial, el presidente de la Asamblea de San Andrés, Arlinton Howard, también cuestionó al Gobierno Nacional. “Son los responsables de todo. Esto nunca debió pasar. Desconocieron a San Andrés y ahora quien va a padecer esos errores será nuestra población”, enfatizó.
En un rápido cálculo, Howard manifestó que se perdió “cerca del 50% del mar territorial. Este es un daño patrimonial incalculable”. La pérdida económica “será enorme” pues solo en el cayo de Quitasueño se producen al año 200 toneladas de langostas, 100 de caracol pala y 2.000 de pescado. “Súmele lo demás y verá que hay un daño grave”, indicó.
El almirante retirado Gabriel Arango Bacci, excomandante en San Andrés, advirtió que la decisión de la CIJ generará problemas de seguridad en esa parte continental marina, donde operan traficantes de drogas, armas, personas y dólares, actividades ilícitos que Colombia estaba combatiendo con rigor. “¿Qué va a pasar ahora, es algo incierto”, opinó.
“No debimos ir a La Haya”
El presidente del Consejo de Estado, el magistrado Gustavo Gómez, reveló que en varias ocasiones le advirtieron al Gobierno cómo afectaría el fallo de la Corte Internacional de Justicia que se conoció ayer. Además, explicó que la posición del Alto Tribunal fue la de advertirle a la comisión negociadora del Gobierno que el fallo de 2007 hacía prever que al poner el tratado Bárcenas ante un tribunal internacional, era reiterar que Colombia ya tenía soberanía sobre los cayos, pero no delimitaba frontera marítima. El Magistrado confesó que le advirtieron al Gobierno que no era necesario acudir a los tribunales internacionales, al tiempo que adelantaron cómo vendría el fallo. Según Gómez, ahora Colombia debe acatar el fallo y le corresponderá al Ejército y las instituciones proteger y ejercer soberanía.
Fuente: http://www.elheraldo.co/noticias/nacion ... -mar-90090