¡Niñas y mamás!

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Darloup
 
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Message : # 5413Message Darloup »

Por Ulahy Beltrán López

Colombia se ha enterado en días recientes del informe demográfico preliminar sobre natalidad en el país para el año 2013 y que ha realizado el Departamento Nacional de Estadística, Dane (detalles aquí).

En dicho reporte se presenta una información altamente preocupante para la sociedad colombiana pero que también invita a la reflexión de las diferentes entidades del Estado frente las responsabilidades que estas tienen en el desarrollo y adelantamiento de la política de salud sexual y reproductiva, y principalmente en el tema del embarazo de las adolescentes.

De acuerdo con lo informado por el Dane, en el año pasado se produjo el nacimiento de 138.165 bebés cuyas madres no superaban los 19 años de edad, y de ese grupo de madres, hay uno que debe generar la mayor atención del país, y es el de las madres cuyas edades oscilaron entre los 10 y los 14 años. Se reporta en el citado informe sobre natalidad que en el 2013 nacieron 5.725 cuyas madres no superaban las 14 años.

En otras palabras, 5.725 niñas, pues sólo así se puede llamar a quienes ni siquiera han llegado a los quince años de edad, se convirtieron a su vez en madres de otros niños y niñas. Aunque este número de nacimientos en esta franja de edad de estas niñas-madres es levemente menor al reportado para el año 2012 cuando se conocieron 6 mil casos, es preocupante lo que está ocurriendo en el país al respecto, pues esta situación es una clara muestra que a la infancia en Colombia se le están irrespetando sus derechos, sobre todo si se tiene en cuenta que de acuerdo con el código penal vigente en este país, por definición, toda niña menor de 14 años que resulte embarazada se considera víctima de abuso.

En el año 2012, ante circunstancias similares, el Ministerio de Salud y Protección Social se pronunció diciendo que gran parte de los casos de embarazos en adolescentes obedecían “a decisiones propias de las jóvenes y no a desconocimiento en el uso de métodos y prácticas anticonceptivas y que desde salud pública no es suficiente trabajar en campañas masivas y de educación de uso de anticonceptivos”, no puede desconocerse que la tendencia de los embarazos en menores ha seguido, con el agravante que con seguridad de estos casos reportados recientemente por el Dane, deben haber nacimientos de bebés cuyo origen es el acceso carnal abusivo a estas menores.

Si bien es cierto que esta realidad amerita que se haga un trabajo integral que dinamice la movilidad social y económica de los grupos más pobres de la población que son en los que desafortunadamente con más frecuencia ocurren estos embarazos, no es menos cierto que esta situación constituye en sí misma un verdadero problema que debe ser prioridad para ser abordado por el Gobierno como eje temático en la salud pública de este país.

Tal y como lo dijimos hace más de un año, esta situación impone al Gobierno el inaplazable reto de dar respuesta a los determinantes del embarazo de estas menores de edad, debiéndose construir al respecto una política pública consistente y la obligación inmediata de generar la acción intersectorial efectiva entre salud y educación, debiéndose crear desde el ejecutivo las condiciones que promuevan y garanticen la salud de las niñas y las adolescentes, el respeto a sus derechos, incluyendo la prevención del embarazo en estos grupos poblacionales, para que las niñas sean niñas, las adolescentes sean adolescentes y sólo sean madres cuando estén física y emocionalmente preparadas para serlo.

Fuente: http://www.elheraldo.co/columnas-de-opi ... mas-140726
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