
El chef Jesús Antonio Meléndez prepara un guandú en la tarima central de Sabor Barranquilla, en el Centro de Eventos Puerta de Oro.
Por Lorayne Solano Naizzir
La feria gastronómica del Caribe atrajo a sus asistentes y los llevó en un viaje de sabores por una ruta de fusiones autóctonas.
El salón huele a sabores de todo tipo. Los olores se mezclan dando paso a una gran columna de humo que se convierte en una mano imaginaria, como la de las caricaturas, que acaricia las narices para llevar a los asistentes de la feria gastronómica a un viaje de sabores del Caribe.
La gran cocina está ubicada en el Centro de Eventos Puerta de Oro y tiene por nombre Sabor Barranquilla.
Los sabores que se cocinaron ayer, en la tarima central, tuvieron aroma a guandú y mondongo de cerdo. Jesús Antonio Meléndez, ganador del VII concurso de cocina del Sena y Tradición Atlántico, fue el chef encargado de enseñar la preparación de estos platillos tradicionales de los municipios del departamento del Atlántico.
El río Magdalena, al fondo del recinto, es testigo de la fusión de sabores y colores que envuelven estos platos autóctonos.
En simultáneo, el chef manizaleño Alex Salgado preparó en el salón Riomar un plato denominado: Patarashka de pescado con ensalada de papaya verde, mañoco, tucupí y farofa, una muestra de cocina del Amazonas. “Me invitaron a mostrar la cocina del Amazonas, pero en mi restaurante usamos muchos productos del Pacífico, mucho coco, productos de acá como el níspero y el zapote, que en Bogotá no se dan, pero sí se ve. Es cocina autóctona, porque son productos colombianos, más no platos típicos”, comenta Salgado.

Alex Char y Juan José Jaramillo en la feria.
Otro cocinero invitado a la feria gastronómica es Yair Díaz, un bumangués de 30 años que deleitó a los asistentes con un postre dulce y salado. “Mi propuesta es un postre llamado: Dulce tradición de mano. Mano, por el dicho santandereano, pero también por la parte del cuerpo. Hablamos desde la tradición, desde lo que vemos todos los días en las calles del país, en las ciudades y pueblos y la idea es no olvidar los dulces que nos encantan”, indica.
El alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, resaltó la importancia de este tipo de espacios en la ciudad. “Esta es una feria que lleva consigo la esencia caribe, barranquillera. Los sabores nuestros son variados porque esta es una ciudad de inmigrantes porque llegó gente de todas partes del mundo, por eso es que tenemos tanta variedad de sabores. Barranquilla se ha ganado un espacio importante dentro de la gastronomía”.

El chef manizaleño Alex Salgado.
Añade que su comida favorita es el sancocho de costilla con ñame, yuca, mazorca y cucayo. “Yo soy criollo y medio. También me encanta el mote de queso o de ñame y la comida árabe, por su puesto”.
Por su parte, el secretario de Cultura Juan José Jaramillo recibió a las personas con el delantal puesto con la intención de demostrar sentido de pertenencia. “El gran trabajo que venimos haciendo es que Barranquilla sienta que esto le pertenece. Que este gran evento, que ya cumple 10 años, es de los barranquilleros. Nosotros debemos estar muy orgullosos de esta feria. Aquí todos queremos recibir al que viene y hacerlos sentir muy bien para que se sepa a qué sabe esta ciudad”.
Para Jaramillo, los sabores que describen La Arenosa son el guandú, el comino, la hoja de bijao, pimienta en bola, el achote y el sancocho. “La mezcla de olores y sabores es lo que más enamora”.
En la feria, desde sus diferentes escenarios, se disfrutan muestras gastronómicas, cocinas, tarimas, restaurantes y conversatorios, con el propósito de envolver a sus visitantes en la frescura de sus ingredientes y el encanto de los olores que nos hacen evocar el privilegio de tener río, ciénagas y mar, además de toda la diversidad cultural y de sabores.
Los sabores que inspiran
Sebastián Barros es un niño de 7 años que acaba de publicar su segundo libro. ‘Martín Pescador, el pájaro que olvidó los colores’ es un libro con el que este pequeño, estudiante del grado segundo en el colegio Idphu Campestre Bilingüe, quiere “compartir la experiencia que he vivido con los sabores”.

Sebastián Barros.
Trata de un pájaro que no puede recordar los sabores de los alimentos, vivencia que tuvo Sebastián en una hora de recreo en su colegio. “Un día se me olvidaron los sabores. Yo probaba algo y no me sabía a nada, luego comía otra cosa y tampoco, se me borraba el sabor. Aquí intento esparcir mi experiencia con los demás”.
De acuerdo al libro, esto se debe a la neofobia o el miedo a probar nuevos alimentos, que es frecuente durante el desarrollo infantil.
Hoy Sebastián estará junto a la chef Dessy Henríquez para presentar su libro en Sabor Barranquilla y compartir un recetario de comidas saludables y divertidas para los niños.
Fuente: https://www.elheraldo.co/barranquilla/o ... lla-396237