
Los sicarios llegaron al al ‘Gurú Bar’ a las dos de la madrugada y abrieron fuego en el interior de manera indiscriminada.
Por Tomás Bettín
Las abundantes balas que dispararon dos hombres desconocidos en el establecimiento nocturno ‘Gurú Bar’, en el municioio de Envigado, Antioquia, provocaron la muerte de ocho personas y heridas a 17 más, en un hecho que, al parecer, obedece a la cruenta guerra que libran las bandas criminales en el departamento de Antioquia.
A las dos de la mañana, los sujetos, armados con subametralladoras y pistolas de alto poder, irrumpieron en medio de la oscuridad del sitio y, confundidos con la música, sonó el traqueteo de plomo contra varias mesas, dejando el lamentable saldo que puso en luto al país ayer.
Una vez lograron su cometido, los sicarios salieron del lugar, situado a dos cuadras del parque principal del municipio paisa, montaron sus veloces motos de alto cilindraje y escaparon sin que, hasta ahora, se sepa nada más de ellos.
Mientras tanto, en el establecimiento, la sangre de los muertos y de los heridos inundaba el lugar con el color de una de las masacres más terribles que han dejado las bandas emergentes del narcotráfico.
Cuatro personas murieron en el acto, y las restantes cuatro fallecieron cuando eran atendidas en centros asistenciales. Entre los fallecidos se encuentra un colombo-estadounidense identificado como Jackson Gil Galeano, de 29 años.
Este hombre portaba un documento de identidad como residente en Nueva Jersey, Estados Unidos. Habría arribado a Envigado hace dos meses y que era nacionalizado estadounidense de padres colombianos.
Al lugar de la balacera, bajo la placa que marca la carrera 42 con calle 39 sur de esa localidad, llegó temprano en la mañana el director de la Policía Nacional, general Óscar Naranjo, para apersonarse de la situación y emprender la respectiva investigación.
“Los colombianos estamos hastiados de esta guerra”, alcanzó a decir el alto oficial a los medios de comunicación, y agregó que lo que se sabe, hasta ahora, es que “se trataría de retaliaciones entre las bandas de Erik Vargas alias Sebastián, y Maximiliano Bonilla alias Valenciano y alias Beto.
“La información preliminar, en medio de la confusión de los testigos presenciales, es que el señor Jasson Gil fue uno de los primeros asesinados, no sabemos si realmente estábamos frente a él como objetivo de los criminales o cayó en la balacera como víctima aleatoria”, señaló Naranjo.
Ninguna de las víctimas fatales tenía antecedentes criminales en la base de datos de la policía por lo que desconocían si eran los objetivos del ataque o fueron víctimas de tiros indiscriminados, dijo el director de la Policía.
Aseguró que una persona, que no identificó, logró escapar al ataque y que tienen algunas pistas sobre sus antecedentes y pudo haber sido el blanco del atentado.
Recompensa de $200 millones
Tras un consejo de seguridad celebrado en Medellín con los altos mandos de las Fuerzas Armadas, el presidente Álvaro Uribe manifestó su “tristeza” y “desconsuelo” por la masacre. “Nos duelen mucho las víctimas, los informes indican que hay unos ciudadanos totalmente inocentes y otros del grupo delincuencial de ‘Beto’ y de ‘Sebastián”. Y agregó que entre las víctimas hay dos policías, preguntándose “¿qué estaban haciendo allí en horas de descanso, en ese lugar que se sabía que era frecuentado por la delincuencia?”. Finalmente, reiteró la recompensa de 200 millones de pesos que horas antes había anunciado el general Naranjo, para quienes den información que permita la captura de los autores materiales e intelectuales.
Fuente: http://www.elheraldo.com.co/ELHERALDO/B ... Seccion=22