
En un solo operativo, de 10:30 a.m. a 5:43 p.m., la comisión humanitaria recibió a los cuatro militares y los seis policías que estaban secuestrados por las Farc desde hacía 13 y hasta 14 años, víctimas de un inhumano calvario.
Por José Granados Fernández
Bastaron siete largas horas, llenas de tensión, llantos y muchos rezos, para volver a la libertad, esa que cuatro de ellos no disfrutaban desde hacía 14 años. Al final, a bordo del helicóptero Cougar 532UE de la Fuerza Aérea de Brasil, todo fue alegría, tanto que los 10 liberados y los delegados de la misión humanitaria que fueron a rescatarlos, terminaron cantando, a voz en cuello, la hermosa letra de Mi Pueblo Natal, el disco que inmortalizó en los años 90 el grupo Niche:
Ya vamos llegando/me estoy acercando/no puedo evitar que los ojos/se me agüen...
A las 5:43 p.m. en el aeropuerto Vanguardia de Villavicencio, Meta, terminó el calvario para los cuatro militares, secuestros en 1998, y los seis policías, cautivos desde 1999.
A orillas del río Guaviare, en la vereda Mocuare, en San José del Guaviare, fueron entregados a dos representantes del Comité Internacional de la Cruz Roja, CICR, y a las delegadas de Colombianos y Colombianas por la Paz, Piedad Córdoba y Olga Amparo Díaz.
“Manifestamos nuestra gran alegría por el éxito de esta operación en un solo día, después de tantos años de espera”, dijo el jefe de la delegación del CICR en Colombia, Jordi Raich.
Córdoba explicó que la comisión llegó al sitio acordado primero que los guerrilleros, por lo que tuvieron que esperar y los lugareños los atendieron con un sancocho de gallina.
Cuatro horas después, unos a bordo de canoas y otros a pie, apareció la columna de las Farc y en un protocolo de solo 15 minutos la comisión humanitaria recibió a los sargentos del Ejército Nacional Luis Alfredo Moreno Chagüeza y Robinson Salcedo Guarín, secuestrados en la toma de Miraflores, Guaviare; y a Luis Arturo Arcia y Luis Alfonso Beltrán Franco, cautivos tras el ataque a El Billar, Caquetá.
También, visiblemente emocionados, llegaron el sargento José Libardo Forero y los intendentes Carlos José Duarte, Wilson Rojas Medina, Jorge Humberto Romero y el cesarense Jorge Trujillo Solarte, retenidos en el ataque a Puerto Rico, Meta; y el sargento César Lasso Monsalve, quien se encontraba en poder de las Farc desde 1998, tras la toma de Mitú, todos suboficiales de la Policía Nacional.
“Inicialmente, se había informado que iban a ser liberados cinco uniformados, pero fue necesario esperar a los otros cinco. Esto demuestra que no había ninguna jugada dilatoria de las Farc, en busca de protagonismo por la Cumbre de las Américas como especularon voces del gobierno”, le dijo a EL HERALDO el congresista opositor Iván Cepeda, presente en Villavicencio. Al cierre del histórico día, Colombianos y Colombianas por la Paz celebraron la liberación con el grito: “si se pudo, si se pudo”.
Todd Howland, representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia, destacó lo sucedido pero le recordó a las Farc su obligación de “liberar a todos los secuestrados sin condiciones y de forma inmediata”.
Igualmente, el presidente Juan Manuel Santos manifestó su alegría. “A los diez liberados, a estas víctimas de la intolerancia y la crueldad de la guerrilla, les extiendo un saludo de libertad. La libertad ha tardado mucho, pero ahora es suya, ahora es de ustedes para la alegría de sus familias y para la alegría de todo el país”.
Santos, en su breve alocución al país, destacó “el compromiso por parte de las Farc de no volver a secuestrar, es un gesto que valoramos y lo valoramos en toda su dimensión”.
Luego de afirmar que es un “paso en la dirección correcta, y un paso muy importante”, comentó que espera que sigan cumpliendo la palabra de no volver a secuestrar.
Sin embargo, el Jefe del Estado consideró que lo hecho no es suficiente. Y contó que ayer salió a almorzar cerca de la Plaza de Bolívar y una funcionaria de la Alcaldía se le acercó para contarle que no sabe de su esposo secuestrado por la guerrilla desde hace 13 años.
“Como ella —dijo Santos— hay cientos de familias que no saben, que no tienen ni idea del paradero de sus seres queridos que fueron secuestrados. Por eso no basta con dejar de secuestrar: hay que liberar los secuestrados civiles que siguen en su poder, y hay que dar cuenta a las familias de todos y cada uno de ellos”, concluyó.
En momentos que el Presidente se dirigía al país, los 10 liberados llegaban al aeropuerto militar de Catam donde les permitieron reunirse con el resto de sus familiares y después los llevaron a chequeos médicos en el Hospital Militar y la Clínica de la Policía. Hoy se entregará un informe de su estado de salud.
¿Y NUESTROS FAMILIARES?
“Libertad, libertad, libertad”, clamaba ayer, en la entrada del aeropuerto de Catam, un grupo de personas que exigía al Gobierno que pida noticias a las Farc sobre sus seres queridos, secuestrados hace años por el grupo guerrillero. De acuerdo con lo que explicaron, el país no puede creer que con la liberación de los policías y militares que estaban en poder del grupo subversivo, desaparece el drama del secuestro. “Nuestros familiares y parientes también deben volver”, dijo Isidro Antequera, cuyo primo no aparece tras caer en poder de la guerrilla. En ese sentido, la Fundación País Libre sostiene que las Farc debe explicar qué pasó con 405 civiles plagiados.
Fuente: http://www.elheraldo.co/noticias/nacion ... -paz-62620