
Jhonatan Romero Preciado sacó todo esa euforia que tenía guardada al celebrar el título.
Por Rosember Anaya Ramírez
La gloria llegó, el hambre de título quedó saciada y por fin pudo experimentar lo que es tener en su cintura el fajón de campeón mundial. Al cuadrilátero subió con la misma ilusión de los combates anteriores, a su familia la tuvo presente en todo momento y, por supuesto, no podía faltar encomendarse a Dios.
Jhonatan Momo Romero Preciado, el mismo que nació hace 26 años en el barrio El Retiro, perteneciente a la comuna 15 del Distrito de Agua Blanca de Cali, se coronó la madrugada de ayer campeón mundial supergallo de la FIB, al vencer por decisión dividida al tijuanense Alejandro López en la pelea estelar de la función que presentó Zanfer en el Auditorio Municipal de Tijuana (México). Romero Preciado tuvo la ventaja en las tarjetas de los jueces Lisa Giampa (116-111) y Joe Pasquale (115 112), mientras que el juez James Bagshaw vio ganar a López (115-112 ).
El Distrito de Agua Blanca es un amplio sector de Cali compuesto por varios barrios que están a su alrededor. Desafortunadamente la violencia es el pan de cada día y los jóvenes tienen pocas oportunidades de tomar el camino del bien.
Jhonatan Eccehomo Romero Preciado no se escapó de las garras de la delincuencia, los malos pasos y a las pandillas, que aún martirizan a los moradores del Distrito de Agua Blanca.
Pero su padre, Reinel Romero, un pensionado de la Policía siempre le inculcó buenos modales y fue él quien lo llevó por primera vez a un gimnasio de boxeo. “Entré al boxeo obligado por mi papá. Recuerdo que el profesor Julio Aguirre me daba un pan y una gaseosa. Solo iba a entrenar por la comida”, contó Romero en una ocasión.
Poco a poco Jhonatan abandonó el boxeo y cayó en las entrañas de la maldad. Sus herramientas ya no eran los guantes, sino las armas. Entonces el arduo combate con la violencia comenzó. Jhonatan seguía entrenando, pero cuando salía del gimnasio se iba de cacería con sus ‘amigos’. ‘‘En mi barrio tú te crías, ahí no hay más salida, el bueno tiene que ser malo. El abuso de los mayores no te deja surgir. Después que terminaba de pelear me encapuchaba y me subía a los buses con mis amigos a robar. Ese tiempo era duro, no había apoyo de InderValle para nosotros’’, asegura el boxeador, que tuvo 220 peleas en la rama aficionada.
A los 13 años ya hacía parte de pandillas y a esa edad también ya era reconocido como uno de los mejores boxeadores del Valle del Cauca. ‘‘Cuando era boxeador aficionado estaba metido en la banda llamada Hollywood y tenía problemas con otros pelaos. Cuando nos veíamos nos dábamos plomo. Fueron tiempos difíciles, pero Dios siempre ha estado a mi lado’’, expresa el hombre que recapacitó dejó las armas y volvió al ring para darle a Colombia un nuevo título mundial.
La vida no ha sido fácil para la familia Romero Preciado, de los 4 hijos varones solo está vivo Jhonatan, los otros 3 fueron asesinados. El Momo también tiene tres hermanas, eran cuatro, pero una falleció a los 11 años.
El campeón está totalmente alejado de los malos pasos, pero asegura que aún hay gente que le quiere hacer daño, por eso cuando va a Cali, lo hace con mucho cuidado. Hace tres años dos tiros casi frustran el deseo de ser campeón del mundo.
‘‘Cuando voy para Cali siempre tengo que andar armado, con miedo de que de pronto alguien quiera hacerme daño. Me dieron un tiro en la espalda y otro en la pierna. Le doy gracias a Dios por que no me pasó nada grave y por alejarme de esas andanzas. Pienso que mi historia sirve de enseñanza para que la gente se dé cuenta que hay opciones. Dios te da la oportunidad de que te salgas de las cosas malas y que busques un medio o practiques un deporte donde se pueda ganar dinero sanamente’’.
A pesar de sus condiciones El Momo reconoció en una oportunidad que no es un apasionado por el boxeo. ‘‘A mí nunca me ha gustado el boxeo, jamás. Practico el boxeo porque me va bien, soy bueno, a mí no me gusta casi ni verlo, pero este deporte a mí me ha traído muchísimas glorias, pero yo no gusto del boxeo’’, sentenció de manera radical.
El Momo cambió a tiempo las armas por los guantes de boxeo, esos mismos con los que liquidó al mexicano Alejandro López.
Fuente: http://www.elheraldo.co/deportes/el-cam ... tes-100391